SENTIRSE BIEN,
SENTIRSE MAL
(Juego/terapia)
Esta técnica sirve para facilitar el apego, la comunicación y el proceso terapéutico entre los padres o tutores y los hijos. Cabe mencionar que originalmente se utilizaba para niños adoptivos con problemas y que vivían en ambientes de adopción-atención. Actualmente dicha técnica se utiliza en el campo de la psicoterapia para lograr establecer una mejor comunicación y principalmente un apego seguro entre padres e hijos. Esta terapia se puede utilizar con niños de 6 a 11 años y alguno de sus padres para que pueda ser realizada con suficiente éxito; la terapia se debe realizar en 3 sesiones diferentes y en cada una se puede trabajar el mismo tópico pero con diferentes actividades de las cuales detallaré más adelante. Esta terapia es de carácter directivo, pero deberá influenciar para que sean el padre y el hijo quienes intercambien sus sentimientos y emociones.
La terapia de juego de sentirse bien y sentirse mal, combina elementos de la teoría del apego, la terapia de juego, la familiar y los enfoques cognitivos terapéuticos de la solución de problemas. Como se menciona en el párrafo anterior, los objetivos principales de esta técnica son la comunicación y apego:
- Apego: Es la base segura para definir un vínculo saludable entre un padre y un hijo. De acuerdo a las investigaciones, se han identificado dos variables relacionadas de modo significativo con el desarrollo de una conducta positiva de apego: a) la responsividad a las señales del hijo en cuanto a sus sentimientos y necesidades y b) las interacciones sociales disfrutables de manera mutua. Es importante tomar en cuenta que los hijos con problemas en sus relaciones de apego, tienden a tener dificultad para relacionarse con los demás, en la regulación de sus estados emocionales y su conducta, así como en la comunicación de sus sentimientos.
- Comunicación (afectiva): Cuando la figura paterna y el hijo desarrollan un sistema coordinado de comunicación afectiva, el hijo desarrolla una sensación respecto de sí mismo de ser afectivo y acerca de la figura paterna como alguien confiable y seguro.
El juego de "Sentirse bien-Sentirse mal" esta compuesto por tres partes, de las cuales se dará una breve explicación:
CONVERSACIÓN
La figura paterna y el hijo hablan acerca de sus sentimientos y problemas. Se deberá sentar frente a frente padre e hijo; uno de los dos deberá comenzar el juego al preguntar al otro "¿Qué hice yo esta semana, que te hizo sentir mal?" o "¿Qué hice yo esta semana que te hizo sentir bien?" Cualquier de las partes puede iniciar haciendo la pregunta, el otro deberá responder y luego éste último deberá hacer la misma pregunta hasta obtener una respuesta y de esa misma manera se hace la otra pregunta expuesta al inicio. Cuando cada miembro ha hablado acerca de los buenos y los malos sentimientos, se puede iniciar a encauzar los problemas que se identificaron durante el intercambio de ideas.
Notas:
- El problema se define tanto desde la perspectiva del hijo como la del padre
- Ambos inspiran ideas en pro de encontrar soluciones
- Los llegan a un mutuo acuerdo y n plan para encauzar el problema en el futuro.
JUEGO DIÁDICO
La figura paterna y el hijo participan juntos en alguna actividad de juego. En esta etapa de la terapia, ambas partes deberán participar juntos en la actividad propuesta por el psicoterapeuta de acuerdo a la necesidad vista anteriormente; dicho juego puede ser dibujar una imagen, jugar con arcilla, dibujar garabatos, armar una ciudad o un área en particular, pintar, entre otras cosas.
Notas:
- Durante esta parte, el terapeuta puede colocar música de fondo.
- El terapeuta también podrá realizar ciertos reflejos si considera que son necesarios
- Al finalizar la sesión, ambos se pueden llevar el trabajo realizado, si es posible.
JUEGO LIBRE
El niño participa dentro del juego libre (similar a la terapia de juego, pero no será necesario hacer reflejos) En esta parte se le permite al paciente (adolescente) que pueda elegir del área de juegos, con qué desea jugar para que pueda en ese momento procesar todo lo trabajado durante la segunda fase y de esa manera él pueda tomar conciencia de lo realizado. Si el paciente decide que el terapeuta juegue, se deberá hacerlo o si desea que el padre también lo haga, ambos deberán continuar.
Psicoterapia Infantil
Licenciatura en Psicología
Universidad Rafael Landívar
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